viernes, 16 de diciembre de 2011

Envidia cochina



La que siento por los artistas a los que les sale el arte por las orejas, aunque no se lo propongan. Qué gozada tener ese don y saber utilizarlo, para el propio disfrute y el de los demás.

El otro día había quedado con Mikel Urmeneta, un tipo genial (y no sólo en el sentido creativo). Como tiene una agenda que para mí la quisiera, me ha sido bastante complicado disfrutar de su compañía y compartir ideas y proyectos. Por eso, llegado el día le envié este mensaje a través de Twitter, utilizando las mismas herramientas que él suele utilizar, la pintura digital. El artista, que además es muy generoso, me correspondió con uno de los suyos.

La comparación es odiosa.

Para que luego digan que no se puede hacer ARTE DIGITAL.

P.D: Gracias Mikel.

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