domingo, 3 de junio de 2012

Disfrutando de nuestro mini-reino

Se me agolpan las ideas. Tengo ganas de escribir sobre tantas cosas y tan poco tiempo para hacerlo. Porque el tiempo es uno de los tesoros más preciados. Debemos distribuirlo racionalmente, de modo que nos “llegue” para todo. Algo así como el dinero, pero mucho más importante, porque si de algo estamos seguros es de que nuestro tiempo es limitado, y no sabemos cuándo se nos agotará. La crisis actual nos lleva a una agonía económica de muchos años, pero el tiempo no tiene este “corredor de la muerte”, no avisa ni da segundas oportunidades. Un día se acaba y punto.

Hay que dormir, trabajar, mantener la casa decentemente, pasar ratos de calidad con los hijos, con la pareja, la familia y los amigos… y si quedan migajas, devorarlas para uno mismo.

¿Migajas? ¿De verdad podemos mantener un equilibrio mental si sólo nos reservamos unas migajas para nosotros mismos? Creo que es ahora cuando más necesitamos ese rato íntimo. Tener tiempo para reflexionar sin prisas, recolocar nuestra paz interior, serenarnos para poder seguir adelante en esta carrera de fondo llena de obstáculos que los gobernantes y sinvergüenzas varios nos han impuesto. Porque correr una maratón de este tipo improvisadamente puede ser terrible para nuestros miserables cuerpecitos.

Si de algo somos soberanos, es de nuestro cuerpo y nuestra mente. Gobernemos nuestro mini-reino. Saquémosle el máximo rendimiento.

Cada uno de nosotros sabemos de qué modo podemos sacar chispa a nuestras capacidades, físicas y mentales. A cada uno le “pone” una cosa distinta. Leer, subir montañas, hacer pasteles, construir maquetas, yo que sé. Hay tantas opciones como personas. No, hay más, puesto que si nos buscamos bien, encontramos más de una actividad que de ejecutarla, sabemos que somos felices por un rato. Nuestro puzzle mental se recompone un poco. Y de eso se trata.

Nunca he entendido a la gente que dice “me aburro”. Es una palabra que jamás he utilizado, puesto que siempre he gozado de un abanico amplísimo de posibilidades de disfrute. Es tan variado, que tengo un montón de “hobbies” en la cola de pendientes, esperando ser atacados por mi parte. Y es una paz tremenda saber que siempre, pase lo que pase e independientemente de mi capacidad económica, tendré la posibilidad de seguir disfrutando de la vida.

Así que reivindico el lugar y la importancia de las aficiones personales. Hay que buscarles el tiempo y defenderlas, puesto que nos alimentan el espíritu y nos mantienen en forma para la batalla vital.

2 comentarios: