jueves, 13 de octubre de 2011

Dos siglos con las mismas preguntas sobre NY

Gracias a twitter he conocido gente estupenda. Una de estas personas es Luis Urueña, que siempre que me hace alguna recomendación, da en el clavo.

Esta vez, me ha pasado un articulo curioso sobre la "vuelta" de Tchaikovsky a Nueva York. No se si podré ir a disfrutar de su música o si como en tantos otros casos me quedare con las ganas, pero me ha hecho gracia ver que las preguntas que aquel Maestro se hacía sobre Nueva York hace ya dos siglos, siguen estando totalmente de actualidad:

"Cosas que preguntar: ¿es seguro beber agua en América? ¿Qué tipo de cigarrillos fuman en Nueva York? ¿Qué tipo de gorros llevan? ¿Me pueden hacer la lavandería? Chequear la acústica del teatro".

Y lo mejor es que creo que las respuestas tampoco habrán variado demasiado. Allá van:

- Agua: Una de las cosas que mas sorprende (desagradablemente) es la cantidad de ratas y ratones que hay por la ciudad. Por todos los lados. Además, están las cucarachas, como la que ayer eliminé en mi apartamento... Sí señores, eso no aparece en las peliculas... Bueno pues, con ese panorama, no es de extrañar que beber agua del grifo, a priori, de un poco de respeto. Pero el caso es que no está mala, y ojos que no ven....

- Cigarrillos: El panorama ha cambiado bastante desde la epoca del músico, pero aqui, a pesar de las prohibiciones y de los mensajes paternalistas, la gente sigue fumando aunque mucho menos. Teniendo en cuenta que la cajetilla de tabaco cuesta una media de 12 dólares, la cosa se complica. Siempre queda el tabaco de liar...

- Gorros: Soy una apasionada de los gorros y Nueva York es una ciudad ideal para comprarlos. Hay por todas las esquinas. En puestos callejeros, mercadillos de artesanos, tiendas glamourosas... El día que me toque la lotería me daré el gustazo; me voy a comprar los sombreros mas inverosímiles y los tendré en un ropero "sombrerero" construido para tal fin (nótese que hablo en futuro y no en condicional, que la esperanza no hay que perderla nunca).

- Lavandería: No tengo claro si es una cosa cultural, o debido a la falta de espacio de las casas, pero el caso es que en la mayoría de los apartamentos no hay lavadora. En los bloques grandes es normal tener en el bajo una sala con lavadoras y secadoras por monedas. Debido a la nula sociabilidad del personal newyorkino, ese lugar de encuentro que podría propiciar conversaciones interesantes e interculturales, es un lugar sombrío donde la gente ni se saluda. Así es. La otra opción es ir a una de las miles de lavanderias que hay por la calle.

- Acustica: Precisamente ayer escribí un tuit sobre lo desfasados que me parecen los Centros culturales, que en ésta epoca digital, siguen no teniendo cobertura en sus salas, impidiendo que la cultura que se cocina dentro, no salga al exterior. En cuanto a la acústica, tendré que ir a escuchar a Tchaikovsky para ver qué tal anda...

2 comentarios:

  1. Hola!
    He encontrado tu blog por casualidad y te he puesto en favoritos. No sé nada sobre New York y me encanta poder sentir que sé un poquito más sobre esa gran ciudad leyendo tus entradas. Soy de Galicia y tengo 21 años! Un besito

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  2. Vaya, ¡qué sorpresa! Gracias por decírmelo, me alegra mucho saberlo. ¡Bienvenida!

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